SAN ANTONIO -- Los San Antonio Spurs estuvieron en una situación similar el año pasado.
Una victoria en dos juegos era suficiente para coronarse campeones de la NBA. Pero ese triunfo nunca llegó.
Ahora dicen que aprendieron la lección y a partir de este domingo sólo se concentran en el Juego 5 de las Finales NBA, como si fuera su única oportunidad para levantar el trofeo.
"No hay tres (oportunidades), hay una", dijo el guardia argentino de los Spurs, Manu Ginóbili. "Eso es lo que tenemos que pensar. Si pensamos que hay tres, vamos a relajarnos. Vamos a pensar que en alguna de las otras va a pasar...".
"Es mañana, el domingo es la oportunidad", agregó. "Es la forma de pensar y sabiendo que ellos no se van a dar por vencidos, no nos van a regalar nada. Hay que jugar igual que como jugamos los partidos tres y cuatro".
Ginóbili consideró que a estas alturas la estrategia, los logros individuales quedan atrás.
Dijo que la diferencia es la pasión, la intensidad y la energía.
"Esa es la única chance que tenemos", insistió.
Su compañero brasileño, Tiago Splitter, coincidió con Ginóbili en que el equipo está mentalizado para salir a jugar el domingo como si fuera el último partido de la serie.
"Aquí nadie piensa en que hay varias oportunidades", mencionó. "Todos pensamos que sólo hay un juego que tenemos que ganar. Esa es nuestra intención".
"Tenemos que ganar y aprovechar que estamos en casa porque en caso contrario tenemos que ir a Miami otra vez y las cosas pueden ser diferentes como el año pasado".
En las Finales NBA del 2013, los Spurs perdieron en siete partidos a pesar de que estuvieron a un triunfo de conseguir el quinto campeonato en la historia de la franquicia en dos ocasiones.
"La gran diferencia es que esta vez estamos en casa, con el apoyo de nuestra gente", mencionó. "Es un público muy conocer, que sabe de basquetbo, que sabe apretar cuando tiene que hacerlo o simplemente dejarnos jugar nuestro partido".
Para Splitter y Ginóbili, la clave será el juego de conjunto como ha sucedido durante toda la temporada.
Ambos consideraron que estos Spurs dependen poco de las individualidades o de los enfrentamientos personales.
"Aquí hemos mostrado que tenemos que hacer en equipo", dijo Splitter. "Nosotros no tenemos a jugadors como LeBron James, Kevin Durant o Kobe Bryant. Somos nosotros bajo un sistema, intentando hacer lo que el entrenador nos ha dicho".
"El equipo que esté más agresivo, acertado y disciplinado en la cancha va a ganar", añadió. "Los jugadores que estén en la cancha, los que sean tienen que ejecutar; pasar el bien el balón, cerrar los rebotes, hacer bien los rebotes. Todos esos detalles van a hacer la diferencia".
Los Spurs sostuvieron un entrenamiento ligero el sábado por la mañana, antes de atender a los cientos de reporteros que cubren las Finales NBA.
"Aquí no existe la paz mental", reconoció Splitter. "Estos entrenamientos son más mentales que físicos. Aquí, en este punto hay mucha presión, mucha ansiedad de que venga ya el partido y que salgan bien las cosas".
"Aprendimos algo el año pasado", agregó. "Aquí pueden pasar muchas cosas; por momentos puedes estar 10 arriba, 10 abajo, el partido es algo y en un minuto puede cambiar todo".
Ginóbili señaló que tienen que apretar como nunca este domingo, porque cada vez es más difícil coronarse, debido a la gran competitividad de la liga.
La última vez que los Spurs fueron campeones de la NBA fue en el 2007 y en este momento disputan sus segunda Finales consecutivas, terceras en cuatro años.
"Estoy feliz de estar acá", dijo. "Si pongo las cosas en perspectiva. Hay 28 equipo que nos están mirando por televisión y millones de jugadores que quisieran en nuestro lugar".
Sólo ocho equipos en la historia de la NBA se recuperaron de una desventaja 3-1 en cualquier serie al mejor de siete partidos. Y ninguno se recuperó de un 3-1 en las Finales.
"Nunca sabes si vas a volver a tener la oportunidad de ser campeón en lo más grande que hay en el basquetbol", agregó Ginóbili. "El año pasado estuvimos al borde, y no lo conseguimos".